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(Showtime. 12 episodios: 12/07/2015 - 27/09/2015) |
Si bien Masters of Sex nunca volverá a ser la serie transgresora y valiente de su primera temporada, esta tercera temporada ha dado un paso adelante respecto a la casi por entero prescindible segunda, que se perdió por el camino de los saltos temporales y una indefinición respecto a Masters & Johnson. El estudio sobre el sexo trataba de ser lo principal en la constante búsqueda del continuismo más allá de las puertas del hospital, pero se perdía en esa ambigüedad inasumible entre William y Virginia, y apenas se podía salvar la historia secundaria de la doctora Lillian y la de Libby con Robert Franklin.
Ahora el estudio sexual pasa a un segundo término de manera indisimulada (y como muestra, la trama gilipollesca en relación con el gorila). Lo principal es lo folletinesco, pero por lo menos la intriga está conseguida. Por lo menos los recién llegados han conseguido afianzarse y ser una alternativa para los establecidos, ese trío extraño conformado por Bill, Virginia y Libby. Dan Logan (viva Josh Charles), ese caballero andante (y elegante) seguro de sí mismo, enamora a Virginia y si fuéramos objetivos, debería hacer olvidar al veleidoso, egoísta y manipulador de Bill. Yo al menos voto por él y que le den a nuestro protagonista.
Y qué decir de Paul Eadley (Benjamin Koldyke), el vecino entrenador de fútbol de Johny (Jaeden Lieberher tiene el mérito de ser un niño en una serie no cargante ni estrangulable, todo lo contrario, su trama y la del matón de Dennis, así como la complicada relación con su padre, están muy bien conseguidas), el hombre que esa paciente y sufridora Libby se merece.
Es como si los propios guionistas se hubieran dado cuenta de la cagada de la 2ª temporada y hubieran dado a resetear. Por momentos hasta hay dudas de si nos tomaban por tontos, obviando al amante negro de Libby o trayéndonos de pronto a Jane para Lester y relegando a Barbara, y esta vez el salto temporal hacia delante cobraba sentido, deparándonos otro personaje muy interesante en la rebelde y confusa Tessa Johnson (espléndida Isabelle Fuhrman).
Además, reaparecen Burton y Margaret (aunque el paso de esta última nos sabe a poco), y en cambio Austin, aunque vuelve, lo hace más tangencialmente. Su personaje tampoco da para más. Al contrario de lo que pasa a Betty, que roba las escenas y los planos de los demás y te deja siempre con ganas de que aparezca más. Su matrimonio con Helen (Sarah Silverman), en busca de un niño, es también de lo más destacable.
De las caras nuevas, también hay que reseñar a Nora (Emily Kinney, qué bueno verla sin caminantes de por medio), aunque no le sacan tanto juego. En el penúltimo episodio acabamos con la visita de Dan declarándose a Virginia y tenemos el déjà vu de la misma escena pero en la temporada 1 y tememos que volvamos a la espiral repetitiva de ni contigo ni sin ti que han establecido Virginia y Bill, algo que resulta muy cargante y que durante gran parte de esta tercera temporada deshace el magnético Josh Charles. Veremos...